viernes, 18 de febrero de 2011

Sentimientos


Ya llega la primavera y con ella ese profundo olor a azahar que llena las maravillosas calles y patios de nuestra singular ciudad. Con ella llega también ese olor a incienso por las calles más céntricas de Sevilla donde nos advierten de que la Semana Grande ya está cerca.


 Semanas previas en las que los niños más pequeños y los no tan pequeños van contando los días que faltan para ver a su padre, tío, abuelo o incluso a ellos mismos salir en su cofradía y hacer su estación de penitencia. ¿Y dónde dejamos ese dulce olor a miel cuando contemplamos a nuestras madres preparar esas deliciosas torrijas? Y cuando yega el Jueves Santo y vemos esas bellas mujeres vestidas de mantilla heredando las costumbres de su madre, abuela, bisabuela…  

El recuerdo de todas las Semanas Santas vividas me produce nostalgia y me traen numerosos recuerdos vividos de joven…pero también me trae alegrías porque sé que cada Semana Santa vivida es una nueva, cargada de emociones y sensaciones nuevas que me llenan de ilusión y de emoción como si de una niña pequeña se tratase y eso que tengo ya algunos años.



Me gustaría explicaros tantas sensaciones, para quienes no lo habéis vivido como yo sintierais las mismas emociones. Saber cómo se ve a través de los ojos de un nazareno, como ves a los chiquillos pedirte caramelos, estampitas o incluso cera y como se vive de manera intensa la estación de penitencia. 




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