El Papa Benedicto XVI acaba de hacer pública la noticia en el consistorio Vaticano celebrado hoy
Las congregaciones de las Hijas de Santa María de la Providencia y de los Siervos de la Caridad , por Él fundadas y presentes en España, junto con los Cooperadores y el Movimiento laical guaneliano, manifiestan su agradecimiento y su alegría por este acontecimiento y renuevan su compromiso en favor de los más necesitados, especialmente las personas con discapacidad intelectual y los menores en riesgo social.
Conocer la vida de Luis Guanella, transcurrida entre dos siglos (1842-1915) vale la pena. Él la puso en juego por defender los derechos y la dignidad de los excluidos: personas con discapacidad intelectual, ancianos, niños y jóvenes en situación de riesgo. Cuidaba la familia y defendió siempre la vida.
Los pobres, a quienes consideraba “sus dueños”, eran sus amigos, su patrimonio, su pasión y su compromiso. Con ellos se calzó zapatillas y por ellos gastó sus mejores energías. Su cátedra, el gesto cálido y la mano tendida.
Por eso, la obra de este campeón del “Bien bien hecho”, característica de su acción pastoral, comprometida con su tiempo pero abierta al futuro, “sabe diferente”; es atractiva y muy actual. San Luis Guanella fue un hombre de ojos abiertos y corazón universal, que cambió beneficencia por profesionalidad para caminar al compás de los tiempos sin rezagar el paso, siempre preocupado por su gente y aportando razones para la esperanza. Nunca se acomodó ni temió las dificultades.
En sintonía con la Iglesia, fue párroco, educador, formador, misionero y profeta de los sin voz. Con incansable confianza invirtió su patrimonio espiritual, su intuición evangélica y su gran corazón en los fondos a plazo infinito de la Providencia. Y aunque las cuentas a veces no le salían, siguió siempre adelante con la valentía que nace de la convicción interior.
La fuerza de sus ideas contagió a otros y fundó las Hijas de Santa Maria de la Providencia y los Siervos de la Caridad que atienden a miles de personas en cuatro continentes y 21 países.
http://revistaecclesia.com/content/view/23884/53/
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